Érase una vez una niña que no podía andar, era discapacitada. Cuando se hizo grande todos sus amigos/as se reían de ella. La niña ofendida se fue a su casa. Una amiga fue a consolarla pero ella no podía creerlo. Decía que era una niña como todas las demás. Que la trataran igual. Porque esté discapacitada no significa que se tengan que meter con ella.
Al día siguiente fue al colegio y ya no le importaba lo que le dijeran. Porque sabía que ella era normal como otro niño/a. Si ellos/as fueran discapacitados no les gustaría que los insultasen porque estarían ofendidos. Los padres de la niña están contentos porque su hija había superado sus dificultades.
Entonces el médico le dijo que tenia solución. Tendría que descansar y no hacer esfuerzos. Más tarde la operarían y, que si salia bien la operación, podría tener una vida normal como casi todos los niños/as. Cuando la operaron ella fue feliz para siempre.
5 comentarios:
Muy bien Gloria.Es estupendo. Espero que sigas así.
ADIOS
Gracias por tu comentario.Es muy bonito lo que has escrito de esa niña¡ENHORABUENA!Es precioso.
¡Estupendo, Gloria! Tu texto me ha gustado mucho no solo por la forma en que lo escribes sino también por el contenido. Siempre hay alguien que, en los momentos difíciles, está ahí para ayudarnos a superar el problema. Un simple gesto, una mirada, unas palabras... pueden ser suficientes para hacernos un poco más felices. Todos debemos aprender de esas personas e intentar ayudar también a los demás. Al final y, superadas las dificultades, llega la felicidad y la alegría de vivir.
Gloria el tullo estaba chulísimo.yme ha gustado mucho
Gloria me ha gustado mucho. Sigue así. Muy bien.
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